Salida de la Carrera Nocturna del Guadalquivir.
Perfil llano, buen clima y extensa red de carriles bici: la receta que hace tan apetecible conocer Sevilla en bicicleta sirve igual para hacerlo a la carrera. Cambien los itinerarios ciclistas por los parques y paseos y tenemos una ciudad deliciosa para hacer ejercicio al tiempo que disfrutamos de las vistas.
El Ayuntamiento de Sevilla se ha preocupado de señalizar algunos recorridos por zonas tan emblemáticas como el Parque de María Luisa. Otros espacios han sido directamente tomados por los runners, que pueden unir el Puerto de Sevilla con el Parque del Alamillo, y más, el barrio de San Jerónimo sin abandonar la margen del río Guadalquivir. Una pista de 8 kilómetros en línea recta, expedita, sin obstáculos, sin tráfico, sólo con sorprendentes estampas ofreciéndose desde la orilla contraria.
Añádase un circuito de carreras que tanto invita a la participación como el Sevilla 10, con un brillante broche en octubre por el casco antiguo de la ciudad, junto con otras carreras de renombre. Está la Nocturna del Guadalquivir, que con 30 ediciones se consolida con la de mayor participación con 25.000 corredores por las calles de Sevilla. Sensacional ambiente en las noches de otoño recién estrenado. Y por supuesto, la Maratón de Sevilla, con el sello IAAF Gold Label que la consolida entre las mejores del circuito internacional. Palabras mayores.
Correr junto al río o por el parque, conectar las zonas más icónicas de Sevilla al trote, representa una experiencia muy recomendable que permite conocer la ciudad de una forma diferente. ¡Y saludable!
Va quedando atrás la Plaza de España, el Casino de la Exposición, la Antigua Fábrica de Tabacos, la Palacio de San Telmo, la Torre del Oro, el Puente de Triana… En la otra orilla la calle Betis, la Isla de la Cartuja… Tantos iconos de la ciudad como etapas de una carrera que perdura para siempre en el recuerdo.