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Puente de Triana

Puente de Isabel II o Puente de Triana (foto: Consorcio de Turismo de Sevilla)

Puente de Isabel II o Puente de Triana (foto: Consorcio de Turismo de Sevilla)

El Puente de Isabel II, vulgo de Triana, es la pasarela más famosa entre las dos orillas del río Guadalquivir a su paso por Sevilla, hoy dársena. Se construyó entre 1845 y 1852 bajo proyecto de los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet, utilizando hierro fundido en los talleres de los hermanos Bonaplata. De hecho, fue el desarrollo de las técnicas del hierro lo que posibilitó que la ciudad contara con su primer nexo permanente entre las dos orillas del río.

Hasta ese momento pervivía el primitivo puente de barcas construido por los almohades en el siglo XII. Consistía en la unión de trece embarcaciones amarradas con cadenas, sobre las que se disponían tablones, pero el coste de mantenimiento era muy elevado y los sucesos, frecuentes. Finalmente, el 23 de febrero de 1852, bajo el reinado de Isabel II, se inauguró el puente con el nombre de la reina.

El Puente de Triana ofrece una imagen icónica de Sevilla, comunicando con el arrabal. En sus aledaños se encuentra la regionalista Capilla del Carmen, obra de de Aníbal González (1928), la Plaza del Altozano y el Castillo de San Jorge; en la otra orilla se encuentra el Muelle de la Sal con el monumento a la tolerancia, de Eduardo Chillida, y las Naves del Barranco.