Plaza de Doña Elvira en el Barrio de Santa Cruz de Sevilla.
Si el Barrio de Santa Cruz sorprende por ser una amalgama de callejuelas estrechas y sombreadas plazuelas, la Plaza de Doña Elvira puede actuar como uno de sus exponentes más exactos. Se llega a ella a través de angostas calles, bien desde Rodrigo Caro flanqueando el Real Alcázar, por la calle Vida desde el Callejón del Agua, o por la calle Gloria dejando atrás el Hospital de los Venerables, y se abre al paseante como un coqueto rectángulo plantado de naranjos para ofrecer sombra y descanso, en sus bancos de azulejos y con fuente en el centro.
Aquí se encuentra la casa museo del pintor Amalio, la que le sirvió de estudio para pintar a diario la Giralda, así como varios restaurantes y negocios turísticos. Es un lugar de paso y también de reposo, entre la arquitectura típica del barrio, de paredes blancas y suelos empedrados. Un refugio en mitad del laberinto.
El nombre de Doña Elvira se refiere a la hija de Don Pedro López de Ayala, que recibió el barrio –antigua judería– en donación de Enrique III. Aquí se ubicó su palacio, un corral de comedias, un almacén y, con los ensanches del siglo XIX, finalmente la plaza.
Puedes ver la Plaza de Doña Elvira en 360º en este vídeo: