Te atrapa al caminar por la Avenida de la Constitución. Imponente, señorial y desconocido para muchos. La sede de la Gerencia Provincial de la Agencia Tributaria de Andalucía parece un destino muy prosaico para algo así. Desde luego, el rotundo edificio fue concebido y encargado a los hermanos Aurelio y José Gómez Millán con fines muy diferentes: primero cinematógrafo, luego teatro. El Coliseo. Hoy son oficinas.
Estamos ante un nuevo y significativo ejemplo de la arquitectura regionalista que domina la gran arteria turística de Sevilla desde que se ensanchó y reurbanizó con vistas a la Exposición Iberoamericana de 1929. De hecho, el edificio responde a los cánones del estilo arquitectónico: ladrillo visto, trabajado y tallado de forma monumental, cerámica vidriada, hierro forjado, madera e incluso mármol.
Para su inauguración el 3 de diciembre de 1931, el diseño técnico original de José Gómez Millán había sido modificado de las 2.755 butacas como cine a las 2.100 como teatro, había costado unos dos millones de pesetas y había cambiado varias veces de nombre: cine Reina Mercedes, teatro Reina Victoria… En la República, su nombre final fue Coliseo España.
Fue muy admirada su decoración interior, con pinturas murales costumbristas en los vestíbulos y una gran lámpara de araña de bronce y cristal. Sin embargo, el Coliseo fue vaciado en la reforma de 1975 para adaptarlo a su nuevo uso como oficina bancaria, y lógicamente no se recuperó para acoger las oficinas recaudatorias de la Junta de Andalucía.
Sí nos queda su portentoso exterior, atribuido a Aurelio Gómez Millán. Inicialmente abría puertas hacia sus dos fachadas principales, tanto la Avenida de la Constitución como la calle Adolfo Rodríguez Jurado y continuación en Santander. Paños cerámicos que hacen de tapices, elegantes marquesinas de hierro forjado en las taquillas, sus miradores…
Desde la cercana Puerta de Jerez, el Coliseo domina la avenida.