Juan Martínez Montañés es el máximo exponente de la escuela sevillana de imaginería barroca, que tiene en las iglesias de Sevilla y, en especial, en la Semana Santa, un soberbio escaparate. Nacido en Alcalá la Real, Jaén (1568), comenzó su formación en Granada y la culminó en Sevilla, donde dejó las mayores muestras de su destreza. El «dios de la madera», le llamaban por su habilidad con este material, y vaya si está bien traído el apodo al desenvolverse durante toda su carrera en el terreno de la escultura religiosa.
Juan Martínez Montañés is the greatest exponent of the Sevillian school of Baroque imagery, which is wonderfully showcased in the various churches throughout the city. Born in Alcalá la Real, Jaén (1568), he began his training in Granada and completed it in Seville, where some of his greatest works of art will be found till this day. Dedicated his talent to religious sculpture, he became known as the «god of wood» due to this expertise in working with this material.
En 1924, la ciudad de Sevilla le erigió una estatua en la Plaza del Salvador, nada menos, a las puertas de uno de los epicentros de la Semana Santa, la Iglesia del Salvador. La obra está firmada por el escultor y médico Agustín Sánchez-Cid, y representa al artista sentado y portando en sus manos una imagen de la Inmaculada Concepción. Al parecer capturando el momento de creación de una de sus obras más reconocidas.
El artista fue enterrado en 1649 en la parroquia de la Magdalena, pero con la desamortización el templo fue demolido y sus restos se perdieron. A cambio, los sevillanos conservan esta gran mole de bronce alrededor de la que se congregan cada primavera a la salida de los pasos del Salvador o de las carretas del Rocío, y en realidad durante todo el año para tomar una cerveza bajo el cielo azul en la popular plaza.
In 1924, the city of Seville erected a statue in the Plaza del Salvador, at the gates of one of the epicenters of Holy Week- the Church of El Salvador. The statue, which is signed by the sculptor Agustín Sánchez-Cid, shows Montañés sitting with an image of the Immaculate Conception in his hands, thus capturing the moment of the creation of one of his masterpieces.
The artist was buried in 1649 in the parish of La Magdalena, however, the church was confiscated and demolished which led to the loss of his remains. However, he is memory is still very much alive. Throughout the year Sevillians gather around his statue to admire the Holy Week processions, marvel at the pilgrims of the Rocío, and enjoy a refreshing beer with family and friends in one of Seville’s most iconic plazas.