La Real Audiencia de Sevilla es la institución de justicia creada en 1525, en tiempos de Carlos I, para actuar como tribunal de apelación entre la fragmentada judicialidad local. Heredera de la anterior administración medieval, su sede se mantiene en pie en la Plaza de San Francisco, aunque con numerosas intervenciones a lo largo de los siglos.
De hecho, el origen de la Audiencia se remonta a la institución impulsada por el rey Fernando III en 1250, poco después de la conquista de Sevilla. Ya a finales del siglo XIV se instala en la céntrica plaza, en lo que entonces se denominó Casa Quadra en referencia a sus amplias estancias y formato generalmente cuadrado.
Entre 1595 y 1597 se construyó el nuevo edificio de la Audiencia, de factura renacentista, aunque apenas pasó una década que fue necesario intervenir sobre él para adecuarlo al ordenamiento de la plaza. Alonso de Vandelvira se ocupó de esta actuación, inaugurando una larga serie de modificaciones. Más drástica fue, no obstante, la demolición de la carcel que incluía el conjunto, ya en el siglo XIX.
Para reconocer la construcción que ha llegado a nuestros días hay que tener en cuenta la intervención decisiva de Aníbal González, autor de la Plaza de España y maestro de la arquitectura regionalista, tras el incendio que afectó al inmueble en 1918.
Finalmente en la década de 1970 se realizó otra gran remodelación para albergar la sede central de la antigua Caja San Fernando, siendo en la actualidad hogar de la Fundación Cajasol. En esta última etapa ha sido también sede provisional del Parlamento de Andalucía entre 1983 y 1985.
Además de su vistosa arquitectura y valor histórico, el interés de la antigua Real Audiencia radica en una importante colección artística que incluye obras de autores como Murillo o Gonzalo Bilbao. Es sede de exposiciones temporales y cuenta con un espacio escénico donde se celebran conciertos, obras de teatro, charlas, presentaciones y otras actividades culturales.