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La Sevilla renacentista

Archivo de Indias de Sevilla

Archivo de Indias, ejemplo de arquitectura herreriana.

En 1503 se estableció por decreto real la Casa de la Contratación de Indias en Sevilla, creada para fomentar y regular el comercio y la navegación con el Nuevo Mundo, y que asignaba a Sevilla el monopolio del comercio con las Indias. Esta circunstancia actuó, por una parte, como efecto llamada de cuantos comerciantes europeos estaban interesados en este nuevo mercado. Por otro lado, la ciudad que se convertía en «Puerto y puerta de Indias» pasaba a ser también «Archivo de las riquezas del mundo» y, a partir de ahí, «Gran Babilonia de España» y «parte de España más mejor que el todo».

Vinieron nuevas gentes y se propagaron entre los personajes más pudientes nuevos gustos llegados de Italia. Por otra parte, en España el Renacimiento no significó una ruptura con la Edad Media, sino una continuación que hizo prevenir el estilo isabelino en el plateresco, luego el purismo y finalmente el herreriano.

Como testimonio de aquella floreciente etapa se conservan hoy casas palacio como la de Pilatos, de Las Dueñas, de la Condesa de Lebrija y de los Pinelo, entre otras; el hospital de la Sangre o de las Cinco Llagas; conventos como el de Santa Inés y monasterios como el de San Clemente, el colegio de San Hermenegildo, así como aportaciones a múltiples edificaciones, sobre todo el campanario y el Giraldillo en la Giralda y el altar mayor de la Catedral. Y claro, el propio edificio consistorial, ejemplo evidente de este estilo plateresco en su fachada de la Plaza de San Francisco.

La Sevilla del siglo XVI, con más de 120.000 habitantes, era una de las ciudades más populosas de Europa y de las más prósperas gracias a los barcos repletos de metales preciosos, productos exóticos e incluso esclavos, y el Alcázar como sede estable de la Casa de la Contratación. Más tarde, la Casa Lonja se convirtió en Archivo de Indias.