Sevilla City Centre

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Metropol Parasol en Sevilla
Metropol Parasol en Sevilla

Igual que la Exposición Iberoamericana de 1929, la Exposición Universal de 1992 significó una importante transformación urbanística para Sevilla, esta vez con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América.

En la primera, además del alumbramiento del ‘estilo sevillano’, la ciudad se deshizo del corsé que impedía su crecimiento y se apuntó a la moda de los ensanches de principios del siglo XX. En la segunda, la puesta al día afectó al apartado de las comunicaciones (estación de Santa Justa, ampliación y reforma del aeropuerto de San Pablo, nuevas autopistas), a las costuras urbanas sobre el Guadalquivir (puentes emblemáticos como el del Quinto Centenario, de la Barqueta, del Alamillo), a los espacios culturales (Teatro de la Maestranza, Central, Auditorio) y, sobre todo, al recinto de la exposición en la Isla de la Cartuja, convertida en un espectacular laboratorio de arquitectura de vanguardia, en parte conservada en el Parque Tecnológico Cartuja 93.

Así que Sevilla rompió a experimentar su fisonomía hace más de tres lustros. Al rebufo de la universalidad del 92, la arquitectura que redefine el aspecto de la ciudad es de aspiración planetaria, cosmopolita, al tiempo que prototípica. Un paradigmático ejemplo se ofrece con el Metropol Parasol, esas setas gigantes que el estudio de Jurgen Mayer asignó a una Plaza de la Encarnación demasiados años en barbecho, y que fue expuesta en el MOMA de Nueva York como ejemplo de vanguardia arquitectónica en España. La ampliación de Fibes proyectada por Vázquez Consuegra y otras creaciones posicionan a Sevilla y su provincia en la escena de la arquitetura contemporánea.[:en]Like the Iberian-American Exposition of 1929, the Expo of 1992 marked a period of important urban redevelopment for Sevilla, this time to coincide with the 500 year anniversary of the discovery of America.

In 1929 apart from the birth of the ‘Sevillian style’, the city overcame the constraints which had limited its growth and embraced the fashion for wide avenues so typical of the start of the 20th century. In 1992 the modernisation process centred on communications (the Santa Justa station, development and expansion of the San Pablo airport, new motorways), as well as links crossing the Guadalquivir (emblematic bridges such as the Quinto Centenario, the Barqueta, and the Alamillo), cultural spaces (the Maestranza and Central theatres, Auditorium) and above all, the exhibition area itself on the Island of the Cartuja. This was transformed into a spectacular laboratory for futuristic architecture, some of which is still being used in the Cartuja 93 technology park.

Thus, modern Sevilla set out to change its shape more than 15 years ago. Inspired by the universal nature of Expo 92, the architecture which is now redefining the city is innovative as well as global and cosmopolitan in style. A perfect example is the Metropol Parasol, the mushroom-shaped constructions designed by Jurgen Mayer which were built in Plaza de la Encarnacion, and which have been exhibitted in MOMA in New York as an example of architectural innovation in Spain. The expansion of Fibes, designed by Vazquez Consuegra, is among the creative building which are placing the city and province of Sevilla at the forefront of contemporary architecture.[:]