Sevilla es ciudad de mitos, como lo es de ópera, de música, de historia. En la mayoría de los casos todo ello está interrelacionado. Y así sucede con Don Juan, personaje universal, adaptado y versionado en las más distintas artes y disciplinas. Nacido en Sevilla. Todo comenzó con El Burlador de Sevilla de Tirso de Molina y luego vinieron el Don Juan de Molière, el Don Giovanni de Mozart y el Don Juan Tenorio de Zorrilla, entre otros grandes hitos de la creación artística.
Así se demuestra que el mito de Don Juan forma parte de la cultura universal. Seductor, pendenciero y excesivo en su forma de vivir, acaba demostrando, sin embargo, que el amor puede ser la salvación de las llamas del infierno. Y todo ello íntimamente conectado a una ciudad, Sevilla, como parte de una leyenda local que ha conseguido convertirse en una historia que pertenece a toda la humanidad.
El viajero puede seguir las huellas del eterno galán callejeando por el Barrio de Santa Cruz, donde Don Juan asaltaba conventos en busca de nuevas conquistas. En la Plaza de los Refinadores hay una estatua en su nombre. O puede buscar el ambiente tabernero en los bares de tapas de Sevilla. O conocer el personaje que dicen que inspiró el mito, Don Miguel de Mañara (1627-1679), visitando el hospital de que fundó para dedicarse a los pobres, el de la Caridad.
Con todo ello, el visitante tiene la ocasión de conocer de cerca un mito universal en el escenario donde todo acontece, que en la mayoría de ocasiones se comporta como un personaje más de la trama. Ahí está Sevilla y ahí están sus mitos, tan domésticos como universales.