Cuando parece que se han contado todos los lugares de interés turístico de Sevilla, otro más resurge de la vida cotidiana para ponerse ante los ojos de quienes nos visitan. Es lo que ocurre con la Iglesia de San Gonzalo, a la se que rinde homenaje en las portadas del Corpus Christi 2017, la penúltima de las Fiestas de la Primavera de Sevilla. Un templo del siglo XX, tan reciente, entre el ilustre patrimonio mudéjar, renacentista, barroco de la arquitectura sevillana.
No sólo por ser relativamente nuevo en comparación con otras muchas y emblemáticas iglesias de la ciudad, sino por su situación en el barrio de Triana, San Gonzalo ocupa un lugar periférico en los circuitos turísticos de Sevilla. Cruzando el Puente de Triana, al final de la peatonal calle San Jacinto, cruzando la Ronda de Triana, se llega al barrio de León hacia el extremo occidental del arrabal.
Se trata de un barrio construido con toda modestia en la primera mitad del siglo XX, del que su iglesia es una buena muestra. Un templo sencillo en lo arquitectónico pero muy venerado por sus convecinos, sobre todo durante la Semana Santa, en la cruza sus portones una de las cofradías más queridas y admiradas de la ciudad.
La primera piedra del edificio fue colocada el 29 de junio de 1938, en plena Guerra Civil española, y en 1942 fue inaugurada y se la nombró parroquia. Desde entonces muestra desde su plaza homónima su sencilla fachada de corte neoclásico con una espadaña muy sevillana y tres campanas. Una imagen de San Gonzalo y dos paneles de azulejos sobre la vida del santo completan el conjunto en su apariencia externa.
Azulejos también en el interior –¡que estamos en Triana!– junto a un retablo neoclásico y las imágenes titulares de la Hermandad de San Gonzalo*: Jesús ante Caifás, Nuestra Señora de la Salud y San Juan Evangelista.
*En realidad, Hermandad Sacramental de Jesús ante Caifás.