Marco Ulpio Trajano nació en Itálica, en la actual Santiponce, el 18 de septiembre del año 53 d.C. En 98 se convirtió en el primer emperador de Roma de origen no itálico, llevando al Imperio romano a su mayor extensión en toda su historia, además de renovar el urbanismo de la «Ciudad Eterna» con un intenso programa de construcción de edificios públicos monumentales. La Sevilla romana no se mide solamente en los vestigios de la época, como las lápidas que se pueden ver a los pies de la Giralda, las columnas de la Alameda de Hércules o los restos que se muestran en el Antiquarium, sino también en lo que aquella Híspalis aportó a Roma.