Las terrazas y los patios en Sevilla

Durante todo el año podemos disfrutar en Sevilla de una meteorología que invita a disfrutar de la ciudad en sus calles, al aire libre. En una época muy concreta, esta filosofía de cielos abiertos se canaliza a través de unos espacios muy emblemáticos de la capital hispalense: las terrazas y los patios. Es entonces cuando se muestran en todo su esplendor las viviendas andaluzas que, como herencia de la etapa andalusí, se organizan en torno a los patios, las fuentes, la vegetación y las azoteas. El frescor de la naturaleza doméstica, la fragancia, los colores inundan las estancias comunes donde se hacía y se hace la vida, y aún conservamos valiosos ejemplos en Sevilla.

Por otra parte, es propio de las casas andaluzas que los tejados no se rematen a dos aguas, como en el norte para facilitar la evacuación de las lluvias, sino que se pueda hacer vida en ellos. Las azoteas ganan los tejados para la vida. Bien lo han sabido aprovechar en los hoteles sevillanos.

En el Hotel Doña María, además de la piscina, puedes disfrutar de su bar y coctelería, incluyendo actuaciones y eventos. En invierno, también ático.

También en La Terraza del Hotel Inglaterra, donde durante algún tiempo se celebraron los conciertos de Live the Roof igual que se pueden degustar cócteles de concurso. Ahora durante todo el año con la cubierta que te mantiene a salvo de las contadas lluvias en Sevilla sin renunciar a vistas 360º.

En todo momento, las azoteas y terrazas de Sevilla miran, con afán casi hipnótico, hacia el gran símbolo del skyline de Sevilla: la Giralda, el minarete que se eleva sobre las cubiertas de la Catedral de Sevilla. Un conjunto monumental que domina el cielo sevillano para regocijo de quienes nos asomamos a él desde los tejados de las viviendas sevillanas, ganadas para la buena vida.

No obstante, también hay terrazas que se asoman a otros escenarios imprescindibles de Sevilla, como su río, el Guadalquivir, con el Puente de Triana y el arrabal. Ahí está Kivir Skyline, sirviendo cócteles, copas y exquisita gastronomía con un enfoque que se sale de la norma.

Y así se vive Sevilla a cielo abierto, en las terrazas de sus hoteles.