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Baños de María Padilla

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Baños de María de Padilla en el Real Alcázar de Sevilla.

Los baños de María de Padilla es uno de los lugares más fotografiados de Sevilla. La simetría de sus bóvedas góticas reflejadas en el agua, las inquietantes galerías al fondo, la delicada luz natural que llena la estancia consigue que los muchos visitantes del Real Alcázar empuñen su cámara y quieran llevarse para siempre una imagen de este misterioso lugar. Otra cosa que perciben rápidamente (y que agradecen) es el cambio drástico de temperatura. No por nada está considerado popularmente como el lugar más fresco de Sevilla.

La galería subterránea que hoy conocemos como baños de María de Padilla se construyó en época almohade, hacia los siglos XII y XIII, y es objeto de numerosas leyendas. Se cuenta que María de Padilla, la amante del rey Pedro I, famosa por su deslumbrante belleza, se paseaba desnuda por el palacio camino de su baño (como representó este grabado de Paul Gervais). También se dice que el monarca pedía a quienes atendía en audiencia que, antes de dirigirle una palabra, bebieran de las aguas donde se bañaba María.

Lo cierto es que la situación de esta cripta bajo las estancias reales, unida a su estructura abovedada de piedra, revestida de mortero de cal y pintada, con la ventilación suficiente, permite que la temperatura baje en su interior hasta 10ºC. Tan es así que tradicionalmente era el lugar donde se almacenaban los alimentos del Alcázar, a decir de los guías del monumento.

María de Padilla, sin casarse con Pedro I, le dio una numerosa descendencia mientras él contraía varios matrimonios. Y como prueba de esta relación paralela, la más duradera del monarca, sus restos yacen juntos en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla. De su vida en el palacio sevillano, además de un buen puñado de episodios, nos queda como recuerdo uno de los lugares más emblemáticos (y más frescos, según se atestigua) de Sevilla.

Ya lo usaron los almohades como refugio ante el calor veraniego y con los años fue experimentando diferentes reformas y modificaciones. La característica bóveda de crucería, por ejemplo, fue aportada por Alfonso XI en el siglo XIII. También hay pinturas renacentistas en las naves laterales, aunque están cerradas al tránsito. Un lugar que tienes que conocer en Sevilla.