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Manzanilla y fino: manual de uso

Manzanilla Fino Feria Abril Sevilla

Manzanilla y Fino en la Feria de Abril de Sevilla

Con la Feria de Abril y el resto de Fiestas de la Primavera de Sevilla llega el momento cumbre de unos vinos que son considerados por los mayores expertos como unos tesoros de la enología. La manzanilla de Sanlúcar de Barrameda y el fino de Jerez de la Frontera y El Puerto de Santa María tienen en Sevilla su segunda patria, y así queda de manifiesto en el Real de Los Remedios. La feria se vive como está mandado con un catavinos en la mano, pero también hay que saber cumplir con el ritual de la manera adecuada. Atento a las recomendaciones del Consejo Regulador de los Vinos de Jerez.

1. Pide medias botellas (375 ml), el formato más popular y el que permite disfrutar de manera adecuada este tipo de vino, pues de ellas salen 6 copitas y evitamos que el vino se caliente.

2. Tómala muy fría, entre 5º y 7ºC, así que conserva la botella en una cubitera con hielo.

3. Usa una copa de cristal fino, o en su defecto un catavinos, pero siempre talle esbelto por el que sostener la copa. Por ahí o por la base, para que no se caliente el vino en contacto con nuestros dedos.

4. Acompáñalo de buenos platos. Los toques salinos de la manzanilla armonizan perfectamente con los mariscos, el pescado frito, el jamón ibérico, los salazones, los aliños, la carne a la parrilla…

5. Confía en marcas reconocidas o, en todo caso, que tengan en la botella el sello del Consejo Regulador de los Vinos de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar. Apuesta por lo auténtico.

6. Disfruta de un consumo responsable.

7. Y mejor si es en buena compañía.

¿Es el rebujito un atentado gastronómico?

Cualquier enólogo o experto en vinos sabrá reconocer el extraordinario valor de la manzanilla y el fino, que son vinos verdaderamente únicos, fruto de un proceso biológico –el del velo de flor– y de un sistema de elaboración centenario –el de criaderas y solera– que aconseja disfrutar como se merece un producto tan excelso. Sin embargo, la Feria de Abril no es pionera en mezclar estos vinos con refrescos para dar como resultado el –denostado por unos y aclamado por otros– rebujito.

Ya en la Inglaterra victoriana se acostumbraba mezclar los vinos de jerez con limón, azúcar, agua carbonatada y hielo picado. Se les llamaba Sherry Cobblers. En Sevilla, durante las ferias donde más aprieta el calor, la mezcla de 1/3 de manzanilla por 2/3 de refresco, mucho hielo y unas hojas de hierbabuena es llamada rebujito y refresca como pocas.